¡Haz copias de seguridad!
Hoy día, la mayoría de las personas que nos dedicamos a escribir y traducir trabajamos con dispositivos electrónicos, por lo que me gustaría destacar la importancia de crear copias de seguridad.
Además de la posibilidad de fallarnos, lo cierto es que la tecnología no es completamente perfecta y ninguna precaución por sí misma es siempre suficiente.
Por tanto, recomiendo la denominada «estrategia 3–2–1», que consiste en tener un mínimo de tres copias de tus documentos electrónicos:
- Dos copias físicas en ubicaciones diferentes (p. ej., en tu dispositivo y en un disco duro externo)
- Una copia virtual (p. ej., en la nube)
Por ejemplo, como usuario de Mac, utilizo la aplicación Time Machine para copiar mis archivos a un disco duro externo.
Time Machine funciona de manera continua en un segundo plano y, aunque la primera vez puede tardar mucho en copiar todo (hasta el punto de ralentizar el sistema), las copias posteriores se limitan simplemente a los documentos que sean nuevos o que hayan sido modificados.
A mayores, uso Backblaze para hacer copias en la nube. Igual que Time Machine, funciona continuamente en un segundo plano y solo copia documentos nuevos o modificados.
Habrá quienes os preguntéis lo siguiente:
- ¿No basta con una sola copia?
- ¿Qué posibilidades hay de que me pase a mí?
Las copias físicas van bien cuando necesitas acceder inmediatamente a tus datos.
Sin embargo, tener una copia física cerca del dispositivo principal la hace susceptible a pérdidas (p. ej., daño físico o robo). Por eso, recomiendo crear también una copia en la nube, ya que podría suceder que no se tuviese acceso a las copias físicas por lo indicado anteriormente.
Me entristece oír historias de averías informáticas que hacen que muchas personas pierdan para siempre documentos electrónicos, algunos de ellos sumamente importantes o incluso con valor sentimental.
Lo bueno es que puedes evitar que esto te pase si creas copias de seguridad de manera habitual.
¡Merece la pena!
Sin ir más lejos, en los últimos 10 años, después de un susto que hizo que me tomase este tema en serio, la «estrategia 3–2–1» me ha salvado en dos ocasiones.
¿Habéis vivido historias similares? ¿Seguís alguna estrategia para crear copias de seguridad?
¡Os leo!
